La primera peluca
Hace más de 3.000 años, los egipcios creaban pelucas con cabello humano real. También creaban pelucas con materiales como hojas de palma y fibras de lana. La razón principal de estas pelucas era mostrar el estatus social y denotar el rango religioso de un individuo. Sin embargo, surge la pregunta: ¿quien invento las pelucas? Históricamente, se atribuye a los egipcios la creación de las primeras pelucas, estableciendo así un estándar que perduraría a lo largo de las civilizaciones. Las pelucas egipcias reales eran particularmente elaboradas, utilizadas por la nobleza y los faraones para destacar su posición y autoridad.
Además, con ellas se cubría la cabeza para evitar el duro efecto del sol sobre el cabello y el cuero cabelludo reales. Con el paso de los años, las pelucas se convirtieron en un elemento de moda, ya que se crearon estilos más versátiles con todo tipo de materiales.
A finales del siglo XVII, hombres y mujeres se sentían cómodos afeitando su pelo natural para ponerse pelucas. Sin embargo, también surgió un uso más funcional para las pelucas. Las pelucas se convirtieron en un potente remedio contra la caída del cabello.
Un ejemplo es Luis XIV, que subió al trono francés en esta época. El rey sufrió durante mucho tiempo el adelgazamiento del cabello y lo complementó con algunos postizos. Finalmente cedió y se hizo rapar el pelo para llevar una peluca a tiempo completo.
La elaborada peluca de pelo francés fue dejando paso poco a poco a un volumen de pelo más natural. Cada vez más mujeres encontraban las pelucas convenientes para sus actividades cotidianas. Por ello, las pelucas de pelo natural se convirtieron en una industria en auge, importándose pelo en bruto de Asia, China e India.
¿Cuándo se creó la primera peluca?
Cuando se inventaron las pelucas, hace más de 3.000 años, los egipcios utilizaban cabello humano real y también materiales como hojas de palma y fibras de lana. La razón principal de estas pelucas era mostrar el estatus social y denotar el rango religioso de un individuo. Las pelucas egipcias reales eran especialmente significativas en este contexto.
¿La peluca es un invento egipcio?
Las primeras pelucas
Las primeras pelucas egipcias (c. 2700 a.C.) se fabricaban con pelo humano, pero se utilizaban sustitutos más baratos, como fibras de hojas de palma y lana. Denotaban el rango, el estatus social y la piedad religiosa, y se utilizaban para protegerse del sol y mantener la cabeza libre de alimañas. Las pelucas egipcias reales eran un símbolo de poder y lujo en la antigüedad.
Las pelucas egipcias reales
Las pelucas egipcias reales no solo eran una moda, sino que también eran un reflejo de la cultura y creencias de la época. Estas pelucas estaban elaboradas con mucho cuidado y detalle, y a menudo se decoraban con joyas y otros adornos. Esto hacía que fueran aún más impresionantes y mostraban el estatus elevado de quienes las llevaban.
Además, el uso de la peluca en la sociedad egipcia estaba profundamente relacionado con prácticas religiosas y rituales. Los sacerdotes y sacerdotisas utilizaban pelucas específicas durante sus ceremonias, reforzando así la conexión entre la vestimenta y el misticismo de la época.
Pelucas del siglo XVIII
La popularidad de las pelucas continuó en el siglo XVIII, donde se volvieron un símbolo de estatus y moda. En este periodo, especialmente en Europa, ¿en que año se inventaron las pelucas? Se puede rastrear su uso a través de diversas culturas, pero su auge en la moda se consolidó en este siglo, donde se comenzaron a utilizar estilos más elaborados y ornamentados.
A finales del siglo XVII, hombres y mujeres se sentían cómodos afeitando su pelo natural para ponerse pelucas. Sin embargo, también surgió un uso más funcional para las pelucas. Las pelucas se convirtieron en un potente remedio contra la caída del cabello.
Un ejemplo es Luis XIV, que subió al trono francés en esta época. El rey sufrió durante mucho tiempo el adelgazamiento del cabello y lo complementó con algunos postizos. Finalmente cedió y se hizo rapar el pelo para llevar una peluca a tiempo completo.
La elaborada peluca de pelo francés fue dejando paso poco a poco a un volumen de pelo más natural. Cada vez más mujeres encontraban las pelucas convenientes para sus actividades cotidianas. Por ello, las pelucas de pelo natural se convirtieron en una industria en auge, importándose pelo en bruto de Asia, China e India.
De qué estaban hechas las pelucas en el 1700
Las pelucas utilizadas como sustituto artificial del cabello aparecieron por primera vez en la historia antigua. El hombre primitivo buscaba asemejarse a animales fuertes y feroces, por lo que decoraba su cabeza con coronas de hierba y hojas, así como con pelo de animales y plumas de aves. De hecho, éstas fueron las primeras pelucas.
En el Antiguo Egipto, antes de que un niño alcanzara la madurez, le cortaban todo el pelo y lo ofrecían como sacrificio a los dioses. Los nobles llevaban varias pelucas a la vez, lo que creaba una capa de aire entre ellas y evitaba que les diera el sol. Los peinados de las pelucas egipcias eran de forma métrica y normalmente redondos. Las partes visibles de las pelucas egipcias más valiosas estaban hechas de auténtico pelo humano. Para hacerla más frondosa y con más volumen, la envolvían con fibras de color marrón-rojo de las palmeras del Fénix.
A mediados del tercer milenio a.C., la moda egipcia del cabello artificial se extendió al Extremo Oriente y al Mediterráneo. Los reyes persas llevaban pelucas de una calidad equivalente a la de los farrows egipcios. Desde Persia, la nueva moda se extendió a la antigua Grecia. Las pelucas se utilizaban sobre todo en las obras y representaciones teatrales. Curiosamente, el pelo artificial brillante sólo lo llevaban las prostitutas, mientras que el pelo oscuro se consideraba un signo de honestidad y ahorro.
Historia de las pelucas
Estos manojos de pelo se empaquetaban de tal manera que estaban listos para ser rizados a petición del cliente mediante un bigoudis. Este último era un dispositivo hecho de arcilla o madera endurecida. Para almacenar estos haces de pelo, el peluquero los hervía en una mezcla de agua y sosa durante varias horas y luego los secaba.
Con el paso del tiempo, el mercado siguió creciendo y los comerciantes de pelucas empezaron a importar pelo humano de otros países, como Japón, China, India y Asia Menor. El cabello importado se hervía en ácido nítrico para eliminar las alimañas y el color antes de la venta.
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